Daniel 4:14-15 (17-18)

¿Cuál es la fuente de su vida?

Para dar un contexto a esta pregunta, leamos un breve pasaje de la epístola a los Colosenses. Esta epístola fue enviada por el apóstol Pablo a una iglesia en que se había comenzado a enseñar que existían vías para salvación, iluminación espiritual y conocimiento de Dios, fuera de Cristo. Gran parte de Colosenses reafirma la suficiencia de Cristo y su cualidad de único. Estos versos lo presentan como dador de vida eterna:

"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios"
Colosenses 3:1-3
Observe que:

1) Se "resucita" (o se "nace de nuevo", cf. Romanos 6:4) con Cristo, y sólo con Él

2) Hemos muerto (si es que hemos "resucitado con Él") a la vida anterior, con la mirada en las cosas de este mundo y guiada por los principios de este mundo

3) Nuestra nueva "vida", la espiritual y eterna, "está escondida con Cristo en Dios". Para el mundo es invisible, pero es la única que cuenta para con Dios

¿Cuál es la fuente de su vida?
¿Está su vida escondida en Dios, o vive usted con la mirada en las cosas de este mundo?

Observe los siguientes versos:

Daniel 4:14-15 (RV 17-18)

"La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres"

"Yo el rey Nabucodonosor he visto este sueño. Tú, pues, Beltsasar, dirás la interpretación de él, porque todos los sabios de mi reino no han podido mostrarme su interpretación; mas tú puedes, porque mora en ti el espíritu de los dioses santos"




Cuando comparamos estos versos con el original en arameo vemos que Reina Valera es una perfecta traducción. Aún en su expresión pagana (hablando de "dioses" en plural) el rey Nabucodonosor expresó una creencia, que en el espíritu superior y la capacidad de interpretación de Daniel se manifestaba un dios "más santo" que en el de todos los demás sabios. Obsérvese el motivo del castigo del árbol: para dar a conocer la supremacía de Dios en el universo. "Por decreto de vigilantes (o de ángeles)" y "por dicho de los santos" son dos expresiones equivalentes que muestran un uso de "y" en el arameo semejante al del hebreo, uniendo ideas iguales (en español usamos "y" uniendo ideas diferentes, por lo que este uso hebreo es muy importante tener en cuenta si no queremos interpretar mal muchos salmos y otras escrituras que hablan de la misma idea, dicha en dos formas enlazadas por "y") El "Altísimo" es el Dios de Israel, y Jehová de los ejércitos, y el Señor. Más adelante veremos por qué dio una profecía personal para el rey.

En principio, hay que recordar que Nabucodonosor no conocía a Cristo. Había otra "fuente de vida" para él. Si leemos algo más adelante, lo encontraremos en el verso 30 declarando que había edificado a Babilonia "con la fuerza de su poder" y "para gloria de su majestad". Como para Alejandro, Julio César, Napoleón o Hitler, la "fuente de vida" de Nabucodonosor era el poder para someter a otros pueblos.

Su "fuente de vida" determina sus pensamientos. Allí se define qué es bueno y qué es malo o qué es necesario y qué es inútil. Muy pocas son las personas que se consideran "malas" a sí mismas, sino que muchos de los que hacen maldad viven en la creencia de que lo que están haciendo es bueno y correcto.

También determina sus sentimientos. Lo que es para alguien motivo de alegría, estímulo, aliento u orgullo, puede ser para otro motivo de tristeza, depresión, desaliento o vergüenza. Porque tienen diferentes fuentes de vida. El apóstol Pedro, que sentía un gran amor por el Señor Jesucristo, sintió una pena inmensa por causa del dolor y la vergüenza del trato que iba a recibir el Señor durante su crucifixión, cuando Él lo estaba profetizando. Su alma entera se resistía a creer que su amado Profeta y Maestro, su Mesías, iba a pasar por estas cosas, e instó al Señor a "tener compasión de sí mismo" para que esto no le aconteciera. El Señor le reprendió duramente por alejarse de Dios como su fuente de vida.

Nuestras visiones y planes también nacen de esta fuente. Allí están las cosas que queremos lograr en nuestra vida. El Señor profetizó en varias ocasiones su crucifixión, su escarnio, su muerte y resurrección, y confesó que "la hora había llegado" para su muerte y resurrección, y aunque "su alma estaba turbada"; no pediría ser salvado de la cruz, porque "para esto había llegado a esta hora" (vea Juan 12:23-27) Lo que era para Pedro una crueldad sin sentido, era en el infinito conocimiento y en el plan de Dios la vía de salvar a los pecadores.

No es sólo el "árbol" de Nabucodonosor el que sería talado. En el Evangelio de Mateo, capítulo quince, leemos una discusión entre el Señor Jesucristo y los fariseos. Estos religiosos creían estar muy cerca de Dios, y creían que Él era su fuente de vida. Pero cuando se entiende lo que era Dios para ellos, podemos ver que estaban muy lejos de Él. Su "fuente de vida" era el estricto cumplimiento de leyes y tradiciones religiosas. En este capítulo leemos que ellos acusaban de pecado a los discípulos del Señor por comer sin lavarse las manos. El Señor les reprendió por "enseñar como doctrina mandamientos de hombres". Esto les ofendió en lo más profundo, porque su religión giraba toda acerca de qué había que hacer para agradar a Dios, qué leyes había que cumplir y qué tradiciones seguir. El Señor les calificó de "ciegos que guiaban a otros ciegos" y profetizó que "toda planta que no plantó su Padre Celestial, será desarraigada" (Mateo 15:13)

Las duras palabras del Señor para con Pedro y los fariseos, y el trato de Dios a Nabucodonosor y a los constructores de la torre de Babel, todos son ejemplos de que muchos pensamientos, sentimientos o planes que sean para nosotros el motivo de nuestra vida, son para Dios pecado. No obstante, el juicio de Dios para con ellos no es para muerte, sino como una advertencia para que se arrepientan. El rey se arrepintió en este capítulo, y Pedro comprendería y predicaría la muerte y resurrección del Señor, y llegaría a morir él mismo crucificado también. De los constructores de Babel descendía Abraham, de quien Dios levantó su pueblo santo, y varios de entre los fariseos aceptaron al Señor y sus palabras.

El motivo de la tala del árbol, que es la humillación y confusión de Nabucodonosor, es el mismo del de la humillación y confusión de los constructores de Génesis 11. Querían emprender grandes cosas, pero sin Dios y sin que Él recibiera gloria por ellas. Dios no era para ellos la "fuente de vida". Nabucodonosor estaba orgulloso y se jactaba de sus hechos para engrandecer a Babilonia, como un hijo que creyese que el padre le amaría por sus grandes logros. Los constructores de Babel trataban de evitar "ser esparcidos" y querían "hacerse un nombre", como hijos que están tratando de evadir la disciplina de su padre. Los fariseos vivían para cumplir con sus tradiciones y enseñaban que esta era la verdadera religión, como hijos que creían que su padre les amaría por su celo y obediencia.

¿Cuál es su fuente de vida?
¿Ha experimentado el amor de Dios, de Su Padre?
¿Descansa usted en el amor del Padre, o lo está buscando por algún medio?

Si ha estado usted tratando de ganar el favor de Dios de algún modo, déjeme decirle que esta posición es una ofensa para con Él. Dios es quien nos amó a nosotros primero, quien sabía que caeríamos en pecado y quien determinó desde antes de la fundación del mundo enviar a Su Hijo a morir por nostros en la cruz. Le amamos a Él porque Él nos amó primero a nosotros. Y el amor de Dios no se puede "ganar", sólo se puede recibir.

Si aún no ha recibido a Cristo como su Señor y su Salvador, déjeme decirle que no tiene la "fuente de vida eterna", el que proclamó que "separados de Él, nada podríamos hacer". No importa lo que pensemos, sintamos o preparemos en nuestro corazón; si no está en sintonía con la Palabra de Dios, el sentir de Su corazón y Su plan para con nosotros, es una fuente de muerte, como lo eran la torre de Babel, la jactancia de Nabucodonosor o las tradiciones de los fariseos. No hay ningún logro que pueda obtener en esta tierra apartado de Dios, por muy sublime que sea delante de los hombres, que le proporcione un sitio en la eternidad.

¡Reciba a Cristo, y podrá comenzar una vida victoriosa, guiado por Él!

¡Que el Señor le bendiga!

En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. Cristo viene pronto!

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