Daniel 4:1-4 (4-7)

¿Siente temor a menudo? ¿O espanto? ¿O confusión? ¿O turbación? ¿O temor, espanto, turbación y confusión juntos? ¿O nada de lo anterior? (Por favor, no decir mentiras)

Lea lo que ocurrió al rey Nabucodonosor.

Daniel 4:1-4 (arameo) 4:4-7 (Reina Valera)

"Yo Nabucodonosor estaba tranquilo en mi casa, y floreciente en mi palacio."

"Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé que vinieran delante de mí todos los sabios de Babilonia, para que me mostrasen la interpretación del sueño."

"Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les dije el sueño, pero no me pudieron mostrar su interpretación"




Si comparó el texto de Reina Valera con el arameo del original habrá comprobado que la versión al español es muy buena. En el mensaje anterior habíamos comentado acerca de la diferencia de numeración de los versículos (puede volver a leerlo) En todo caso, la aplicación de los versos en cuestión no varía si el rey se está refiriendo a los sucesos del capítulo tres o del cuatro.

¿Por qué experimenta el rey Nabucodonosor espanto, temor, confusión, turbación?

¿Por qué pasa de un estado de paz y prosperidad, a otro de angustia e inseguridad?

Antes de responder a los por qués, sería muy útil saber QUIÉN inspiró este sueño a Nabucodonosor. Si usted, como yo, tiene una alarma que activar en su trabajo, o si la tiene en el auto o en la casa, sabe que se deja conectada por si un ladrón entra, comience a sonar y se avise a los agentes correspondientes. La alarma no impide el robo, pero avisa que se está cometiendo.

Nuestros espíritu, alma y cuerpo tienen "alarmas" también. Si usted toca inadvertidamente la sartén donde está friendo algo por una parte que no sea el mango, siente un gran dolor y se quema ligeramente. Es muy importante que sepamos que este dolor es muy útil; si no sintiéramos nada, dejaríamos la piel en contacto con la superficie caliente y la quemadura sería mucho peor. Este dolor es una alarma para que nos separemos del calor intenso antes de que esto ocurra.

Observe lo que escribió el apóstol Pablo en su segunda epístola a los Corintios, más exactamente en 2 Co 7:9-10 :

2 Corintios 7:9-10

"Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte"

"Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte"

En este capítulo el apóstol habla de una carta anterior, lo más probable 1ra de Corintios, que "contristó" - entristeció - a los hermanos de la iglesia de Corinto. ¿Cómo es que Pablo, que escribió, "gozaos con los que se gozan, llorad con los que lloran" (Romanos 12:15) en esta epístola a los Corintios se goza de que los hermanos fueron entristecidos?

En el verso 10 encontramos la respuesta: hay dos tipos de tristeza, una "tristeza buena" y una "tristeza mala". Volviendo a nuestro ejemplo anterior, hay un "dolor bueno", que avisa que nos estamos quemando, y otro malo, cuando ya perdimos el brazo entero. La tristeza buena es definida por el apóstol como la que "produce arrepentimiento para salvación". La carta que contristó a los Corintios les llamó a apartarse del pecado y a ordenar su vida en comunión. Las palabras de Pablo quizás los entristecieron, pero luego obraron el bien que Dios tenía en su corazón para con ellos. La tristeza mala ocurre cuando damos oído a las acusaciones de Satanás, quien hace "lo bueno malo, y lo malo bueno", y nos carga de culpabilidad aún cuando estemos pensando, diciendo o haciendo la voluntad de Dios. Esta tristeza evidentemente "produce muerte", porque inhibir el bien nos dejaría el mal como única opción.

¿Cómo podemos saber quién espantó y turbó al rey Nabucodonosor? Leyendo el capítulo entero, veremos que el sueño era una advertencia, y en el verso 24 el profeta le llama "la sentencia de Dios sobre el rey". Dios permitió que el rey fuera espantado y turbado por el sueño, y le dio a través del profeta un consejo, que Nabucodonosor no obedeció. El fin del sueño, de la interpretación de Daniel y del cumplimiento de la profecía sobre el rey, era que éste reconociera "que el cielo gobierna" (verso 26)

Ahora bien, no siempre Dios nos habla en sueños para que nos arrepintamos. Este sueño fue para Nabucodonsor un "misterio", porque no sabía la interpretación y esto lo tenía espantado y turbado. Hay otros muchos tipos de "misterio" de los cuales hablan las Escrituras, y que son formas que Dios usa para el mismo fin, hacer sonar una "alarma" espiritual que nos saque de un camino de muerte y nos conceda "arrepentimiento para salvación".

La palabra "misterio" está asociada para nosotros con lo desconocido y sobrenatural, ya sea en historias que contengan seres sobrenaturales o en que sucedan cosas inexplicables. Ambos son usados en los filmes llamados "thriller" cuyo propósito es impresionar o amedrentar. Pero no es ese el uso que Dios hace de los "misterios" en la Palabra, y no es siempre el significado de "misterio".

En este capítulo cuatro, y en Daniel dos, la palabra aramea para "misterio" es "raz". La LXX lo traduce al griego como "mustérion", la misma palabra del NT. El significado de este "misterio" bíblico no está necesariamente conectado con lo sobrenatural o lo inexplicable, sino con lo desconocido o secreto. Un "misterio" es algo que los santos saben y los impíos no, o algo que sucederá y Dios ha revelado a algunos pocos. Algunas palabras hebreas del AT son "taalumá" - Job 11:6, Sal 44:21 - "satám" - Ez 28:3 - y "sod" - Job 15:8, Pr 11:13, Amós 3:7.

Observe este último verso, Amós 3:7: "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas". El pastor de Tecoa nos está diciendo que en la profecía se revela lo que para otros es secreto, esto es, lo que Dios hará en el futuro. La palabra usada es "sod", que significa una asamblea o reunión en que se discuten cosas que son secretas para el resto, y en especial la relación con Dios de cada cual en oración, nuestra "reunión" con Él,  en la cual sólo uno mismo sabe lo que habla con Dios y lo que Dios habla con uno.

Es en este sentido en que las revelaciones proféticas son "misterios". El apóstol Juan llama a la llegada del Reino de Dios, con el gobierno de Cristo en el Milenio luego de los juicios finales de la Gran Tribulación, como "misterio de Dios" en Apocalipsis 10:7, el cual "Él anunció a sus siervos los profetas". Y en este sentido, la Palabra de Dios entera es un "misterio", que Él ha revelado a sus siervos los profetas. También el apóstol Pablo llama "misterios" a varias revelaciones que recibió, como la de la restauración de Israel después de un rechazo parcial (Romanos 11:25) la forma en que ocurrirá la resurrección de los creyentes (1 Corintios 15:51) o la aparición del Anticristo y su dictadura en los tiempos finales, el "misterio de la iniquidad" de 2 Tesalonicenses 2:7.

Otro significado de "misterio" bíblico es la interpretación de visiones o imágenes. La estatua del sueño de Nabucodonosor era un "misterio" hasta que el profeta Daniel la interpretó (una imagen que representaba sucesos históricos) Así llama el apóstol Juan a las estrellas y candeleros de Apocalipsis 1 (pastores e iglesias) y a la gran ramera de Apocalipsis 17 (un sistema político-religioso) El significado es "misterioso" hasta que recibimos la revelación de Dios. El uso de parábolas y alegorías trata también los "misterios del reino de los cielos" (Mateo 13:11) los cuales Nuestro Señor revela sólo a los creyentes. Para los incrédulos, las parábolas y alegorías son un "misterio". Tanto en las imágenes como en los relatos, hay un significado oculto que constituye el misterio, y que es revelado por fe a los creyentes.

Un último significado (por ahora; no implica que no hay más) es el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, que es llamado "misterio". El apóstol Pablo llama al Cristo crucificado "sabiduría de Dios en misterio" en 1 Corintios 2:7, en parte porque el Mesías y su ministerio no fueron directamente revelados en el AT, sino "misteriosamente" (Romanos 16:25) Por esta cualidad de misterioso, la predicación es llamada como "administrar los misterios de Dios" en 1 Corintios 4:1, y predicar es "dar a conocer el misterio del evangelio" según Efesios 6:19, Colosenses 4:3 y 1 Timoteo 3:9. Los detalles del evangelio que difieren aparentemente de lo que había sido revelado en el AT son "misterios", porque es necesaria una revelación para recibirlos.

Durante la era de la iglesia imperial, en el imperio romano tardío, y también de la iglesia medieval e incluso en sectores de la iglesia reformada, los judíos han sido perseguidos por llamados "cristianos" que les reprochaban el hecho de no aceptar al Mesías. Los perseguidores de los judíos parecen no haber comprendido la cualidad de "misterioso" del evangelio, y que sin la revelación de Dios, el Antiguo Testamento no profetiza literalmente en ningún lugar, "el Mesías se llamará Jesús de Nazaret, vivirá en los tiempos del imperio romano y será crucificado". De hecho, según la revelación del AT que tenían los judíos, era más difícil para ellos recibir a Cristo que para alguien que no sabe nada de Dios ni de las Escrituras. Observe algunos de los "misterios" que serían tropiezo para un conocedor del AT:

- el misterio de la Trinidad: en el AT se enfatiza que Dios es uno, que enviaría al Mesías a restaurar a Israel, y que este Mesías reinaría por la eternidad. Pero no así la cualidad de divino del Mesías (observe por ejemplo cómo Colosenses 2:2, 3 iguala a Cristo y al Padre, y declara omnisciente a Nuestro Señor, un atributo que sólo Dios tiene) La manifestación de este Mesías divino, o "encarnación" de Dios, es descrita como "misterio de la piedad" en 1 Timoteo 3:16, y Efesios 1:9, 10 revelan otro "misterio": que Cristo es este Mesías que reinaría por la eternidad. Sin la revelación de este misterio sería imposible concebir cómo alguien puede ser Dios y ser humano al mismo tiempo, y por ende, cómo este Dios es Uno pero consta de Tres Personas.

- el misterio de la inclusión de los gentiles en el plan de salvación de Dios: la visión general - y propia hasta la llegada de Cristo - es que la salvación y vida eterna se recibían por medio del Dios de Israel, que había instituido sacrificios de animales para el perdón de los pecados, y había dado sus mandamientos para que Su pueblo anduviera en ellos. Los gentiles necesitaban abandonar sus dioses paganos y hacerse judíos para llegar a esta salvación (de hecho, muchos lo hicieron, y eran llamados "prosélitos") Efesios 3:3-5 transforma esto radicalmente en Cristo: ahora la salvación es recibir a Cristo - cuyo sacrificio es el sacrificio perfecto y total - e incluso los judíos tienen que recibir a Cristo.

- La morada del Espíritu Santo en los creyentes: Colosenses 1:26-27 le llama así mediante la expresión "Cristo en vosotros". Esto era bien difícil de entender para un creyente del AT, donde el Espíritu obraba en profetas o sacerdotes ungidos, y el pueblo obedecía lo que ellos decían y creía en sus interpretaciones y enseñanzas. El concepto de que el Espíritu Santo moraría en los creyentes y les transformaría de seres caídos, de vuelta a la imagen y semejanza de Dios, no está claramente enunciado para los creyentes del AT, sino profetizado para un futuro como "nuevo pacto", y sólo parcialmente. Observe Ezequiel 36:24-28:

"Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios"

Este pasaje está dirigido a judíos que aceptaron otras religiones. Observe que se profetiza que el Espíritu de Dios sería el que impulsaría a los creyentes a andar conforme a la voluntad de Dios. En el AT se "andaba conforme a la voluntad de Dios" obedeciendo los preceptos de la Ley, y presentando sacrificios de animales por los pecados. Pero ahora se habla de "limpiar de las inmundicias" con "agua limpia" - tipo de la Palabra de Dios que llama a arrepentimiento, y del Espíritu Santo que guía a hacer la voluntad de Dios - no con sacrificios de animales.

Observe también Jeremías 31:31-34:

"He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado"

Este pasaje paralelo de Jeremías es aún más amplio, porque está dirigido a todos los judíos. El profeta habla a toda la casa de Israel por cuanto incumplieron el pacto instituido en el Sinaí. La obra del Espíritu de Dios sería "escribir en el corazón" y "dar en la mente" la ley de Dios en las personas. Ya no andarían solamente por lo que determinaban los líderes religiosos, sino que Dios mismo trataría con ellos directamente (lo "conocerían" sin que "nadie enseñara a su prójimo")

Para el tiempo de la aparición de la epístola a los Colosenses, que habla de "Cristo en nosotros", esta actividad del Espíritu de Dios era desconocida, era un "misterio", como lo es también ahora para muchas personas. La Epístola a los Romanos establece en Ro 3:23, "...todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". Esta terrible sentencia significa que la gloria de Dios no se manifiesta en nosotros por causa de nuestros pecados, y sus receptores son tanto judíos como gentiles (todas las personas) No sólo estábamos pensando, hablando y actuando como seres caídos que se han apartado de su Padre y Creador, en los tiempos en que se escibió Romanos 3:23, sino que muchos seguimos en la misma condición en el siglo XXI. No eran sólo las personas del imperio romano las que necesitaban la morada del Espíritu de Dios para ser transformados; somos las personas de todo lugar y en todo tiempo.

El rey Nabucodonosor llamó a los sabios de su reino por estar espantado y turbado. Ellos no lo pudieron ayudar, y llamó finalmente a Daniel, el profeta de Dios que le dio la interpretación y un consejo para evitar el mal. Nabucodonosor no tenía el Espíritu de Dios, por tanto no recibió la interpretación como una revelación divina y, pese a tener la advertencia y el consejo de Dios, cayó en el pecado y le alcanzó el juicio.

Si usted está atravesando por temores, confusión, turbación, o cualquier situación preocupante e imcomprensible, cualquier "misterio" que le ata y le impide la comunión con Dios y la vida gozosa que proviene de ella, es posible que Dios está tocando a su puerta, y ha echado a andar la "alarma" espiritual que le advierte de la necesidad de un cambio en su vida. El Espíritu Santo trae gozo y paz. El Espíritu Santo nos libra de los temores y ansiedades que azotan a los que andan sin Dios, sin fe y sin esperanza. El Espíritu Santo viene a obrar la salvación de su alma. Y hay una sola entrada a esta bendición: reciba a Cristo como su Señor y Salvador, quien prometió dar el Espíritu Santo a todos los que lo recibieren. Vea lo que dijo el Señor en Juan 7:37, 38:

"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva"

Estos "ríos de agua viva" serían un "misterio" si el apóstol Juan, que escribió este evangelio, no nos hubiera dado la revelación en el verso siguiente:

"Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado"

Cristo quiere morar en cada uno de nosotros por Su Espíritu, quiere guiarnos a hacer la voluntad de Dios y librarnos de dudas, temores, angustias, ansiedad, inseguridad, necesidad de controlar, incredulidad, desamor, impiedad, todo lo que destruye la imagen de Dios en nosotros. Cristo quiere restaurarnos para que mostremos al Padre y Creador, así como Él lo hizo. No porque Él lo necesite; Él es y seguirá siendo Dios aunque millones de personas no lo reciban y se vayan al lago de fuego por la eternidad. Es nuestra alma la que lo necesita, para ir a la eternidad con Dios.

¿Quiere ser salvo? ¡Reciba a Cristo, y él le dará el Espíritu de vida!

Que el Señor le bendiga. En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. ¡Cristo viene pronto!

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